martes, 16 de diciembre de 2008

ANSIEDAD


Querida Ansiedad


Te presentas ante mí, como una mariposa revoloteando por el hemisferio derecho de mi cerebro como una legión de hormigas díscolas avanzando por el hipotálamo. Eres como la sensación que produce una prensa empujando mi cuello y mis sienes.
Me dicen, que no siempre llegas así de sutil cuando das el primer aviso. Que antes o después, en algún momento de nuestra vida te sufrimos como una losa que asfixia, no pudiendome olvidar del aire que entra y que sale por mi nariz; los latidos de mi corazón en estéreo, mi cara sin las mejillas, mi cuerpo sin saber donde acomodarse, incapaz de hallar su posición natural y lograr que todo vuelva a ser como antes, y que los minutos tengan segundos, que llueva en el Norte, que oscurezca a las nueve.
Caminas por mi cabeza y aceleras mis pensamientos atropellados y haces que añore la nostalgia de mi normalidad, aunque cuando regreso no soporto la nostalgia de tu ataque y borro las aristas de tu recuerdo porque no quiero conservar tus pasajes ni reproducir mentalmente este malestar tan confuso.
Me haces pensar, buscar una causa blanca, como el estrés, que socialmente esta bién visto, aunque dejandolo aparte procedes de otros campos de cultivo. Allí donde maduran como espigas unas cuantas preguntas sin respuesta.
Espero que desaparezcas pronto o que te quedes guardada en un cajón de mi armario.


Siempre tuya...

jueves, 11 de diciembre de 2008

BIENES COMUNES


Estimada Cristina:

Ayer recibí una misiva de tu abogado donde me invitaba a enumerar los bienes comunes, con el
fin de comenzar el proceso de disolución de nuestro vínculo matrimonial. A continuación te remito dicha lista, para que puedas solicitar la certificación al Notario y tener listos todos los escritos antes de la comparecencia ante el tribunal.
Como verás, he dividido la lista en dos partes. Básicamente, un apartado con las cosas de nuestros cinco años de matrimonio con las que me gustaría quedarme y otra con las que te puedes quedar tú. Para cualquier duda o comentario, ya sabes que puedes llamarme al teléfono de la oficina ( de ocho a cuatro ) o al móvil ( hasta las once ) y estaré encantado de repasar la lista contigo.

Cosas a conservar:

La carne de gallina que salpicó mis antebrazos cuando te vi por primera vez en la oficina.

El leve rastro de perfume que quedó flotando en el ascensor una mañana, cuando te bajaste en la segunda planta, y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.

El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.

La mancha de rimel que dejaste en mi almohada la noche que por fin dormimos juntos.

La promesa de que yo sería el único que besaría la constelación de pecas en tu pecho.

El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu vestido de novia tenía un escote de palabra de honor.

Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante nuestra luna de miel en Londres.

Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. ( También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti ).


Cosas que puedes conservar tú:

Los silencios.

Aquellos besos tibios y empozoñados, cuyo ingrediente principal era la rutina.

El sabor acre de los insultos y reproches.

La sensación de angustia al estirar la mano por la noche para descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.

Las nauseas que trepaban por mi garganta cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa.

El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él.

Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle.

Jorge y Cecilia. Los nombres que nos gustaban para los hijos que nunca llegamos a tener.


Con respecto al resto de los objetos que hemos adquirido y compartido durante nuestro matrimonio ( el coche, la casa, etc ) solo comunicarte que puedes quedártelos todos. Al fin y al cabo solo son eso: objetos.
Por último, recordarte el nº de teléfono de mi abogado ( 914070485 ) para que tu letrado pueda contactar con él y ambos se ocupen de presentar el escrito de divorcio para ratificar nuestro convencimiento.

Afectuosamente,

           Roberto.

( Susana López Rubio, ganadora del III concurso Antonio Villalba )


PODRÍA


Podría
Resumir mi amor en un beso
Guardar el tiempo en mis manos
Amanecer en tu cuerpo
Para que nunca te quedes sin sueños

Podría
Rescatar del silencio la Paz que necesitas
Revivir el momento de volver a tus brazos
Deshacer la distancia soltando mis letras
Aliviar esta pena de montañas y dudas

Podría
Salvarnos del mundo
Quedarme en tus ojos
Vivir el momento
De amarte en silencio

Y tú...¿ podrías?