martes, 3 de febrero de 2009

Todo Por El Genio




En 1882, Sigmund Freud era un estudiante de medicina de 26 años que apenas prestaba atención a las mujeres, pero todo cambió una tarde cuando vio a una joven tímida y menuda, Martha Bernays, acompañando a sus hermanas solteras.
El flechazo fue inmediato y a las pocas semanas Freud le pedía que se uniera a él.
Martha era hija de una culta y severa familia judeoalemana, empobrecida a raíz de la temprana muerte del padre.
Una situación difícil para una chica: la falta de dote era entonces decisiva. La pareja se comprometió en secreto, aunque la madre a punto estuvo de romper ese vínculo al regresar a su ciudad natal cerca de Hamburgo.
Permanecieron separados cuatro años hasta que Sigmund reunió el suficiente dinero para casarse, mientras tanto, le escribía apasionadas y célebres cartas desde Viena.
La intensa dependencia emocional de Freud por Martha muy pronto se desvaneció, una vez casados. Los hijos, las responsabilidades, las reservas sexuales de la pareja- ambos habían sido educados en un estricto judaísmo- fueron circunstancias que actuaron como eficaz separador.
Mientras Martha se centraba en ser el sostén doméstico, Freud disfrutaba de las conversaciones que mantenía en la sobremesa con su cuñada Minna- vivió casi siempre con ellos-y más adelante con su hija pequeña Anna, única depositaria del legado paterno.
El matrimonio se mantuvo 54 años, hasta la muerte de Freud, pero el dominio que el gran pensador ejerció sobre Martha no dejó espacio para una verdadera relación sentimental.
Con los años ella se convirtió en una esposa formal, mientras que era su hija Anna quien desplazaba a la madre como interlocutora e intermediaria de Freud con el resto del mundo.
Detrás del padre del psicoanálisis había una pobre mujer anulada y relegada a la labor de perfecta ama de llaves.
¿ Sintió celos de Anna o de Minna, preferidas del maestro ?.
Quién sabe.

12 comentarios:

  1. El problema fundamental era que Freud veía a Martha como "esposa" y no tenía un concepto moderno de las relaciones de pareja. Eran otros tiempos y él se lo perdió.
    Besos

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  2. Totalmente de acuerdo con Parsimonia...
    Besos.

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  3. Hola cielo, vengo con respecto al comentario del fuego...
    He venido a ver si tenías tu correo en algún lugar para escribirte y contarte...
    Si me mandas un mail te contesto... es sencillo.
    Un besito, linda.
    Natacha.

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  4. Una vida relegada al silencio y a la oscuridad.
    Un beso.
    M

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  5. Por suerte ya nadie te elijje la pareja, un beso.

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  6. que interesante!
    Será que muchasmujeres aun viven asi sus matrimonios?

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  7. Pensar que eso sucedió hace muchos años, y todavía en estos tiempos muchas señoras se quedan relegadas a un segundo plano, después de morir la pasión del hombre. Interesante lectura he leído sobre freud, pero no sabía esa nota interesante.
    Un abrazo caluroso lleno de sol y Luna.

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  8. Curioso relato. Me ha recordado a Rosalia de Castro cuyo déspota marido no la dejo que se desarrollase plenamente como escritora, pero con esto no digo que Freud fuera un déspota, que quede claro.

    Un beso.

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  9. Muy triste, por fortuna ahora todo es diferente pero cuantas historias parecidas habrán ocurrido hace unos años y han tenido que resignarse porque no era posible hacer otra cosa.

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  10. No he leído el libro, lógicamente sí he leido sobre la vida de Freud, pero desconocía ésto que nos cuentas.

    Supongo que como dice Parsimonia, veía a Martha "sólo" como esposa, eran otros tiempos y él se lo perdió (y ella también).

    Besos.

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  11. Menos mal que ya todo a cambiado bastante, aunque todavia queda alguno por ahi que se quedo en esa epoca...Un abrazo y gracias por hacercame Freud desconocia la historia.Un abrazo.

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  12. Es que Freud no supo leer la ampliación de los mapas...por algo es que murió sin poder responderse qué es lo que quieren las mujeres. Se enfocó en uno de los roles y no comprendió la amplitud de papeles que una mujer puede desempeñar; encerrar en caracterizaciones es cortar las alas al alma.

    Saludos afectuosos, de corazón.

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